La Costa de la Muerte, un destino de playas salvajes

Hay veces que escapar es la mejor de las respuestas, sin importar cuál sea la pregunta. Desconectar para conectar, irte para encontrarte, eso es Galicia, un lugar con impresionantes playas salvajes donde perderte es la mejor de las decisiones. 

Tenemos que llegar al noreste de España para encontrar una infinidad de parajes que te harán transportarte a otra era, donde reina la naturaleza, la vegetación, la sencillez y la exquisitez.

Y es que donde hay un fin siempre hay un comienzo y que mejor que hacerlo en la famosa “A Costa da morte” (Costa de la Muerte), un enclave donde se terminan todos los límites de la tierra y se convierte en un espacio ideal para volver a nacer.

A Costa da Morte es conocida como el lugar en donde viven marineros intrépidos, de profundas y ancestrales tradiciones y lleno de supersticiones y leyendas, su historia se remonta a años atrás generando diversas leyendas, pues muchas veces los temporales hundieron los barcos que salían a faenar.

Entre otras explicaciones de su nombre, se habla del Camino de las Estrellas, hoy Camino de Santiago, que terminaba en Finisterre y por donde antiguos caminantes celtas llegaban de toda Europa al sitio, donde el Sol moría cada día para renacer a una nueva vida de Luz, de ahí el nombre de «Costa da Morte».

En este artículo destacamos exclusivo de ONE IN lo mejor de una ruta, que inicia desde Laxe hasta Finisterre (A Coruña), el camino de alrededor 60 km es un encuentro de sensaciones, lleno de áreas verdes y playas infinitas.

Es imposible no impactarte con este despliegue territorial, mientras vas avanzando en este camino de norte a sur, vas dejando la naturaleza salvaje y te conectas con una naturaleza más moderna, con más presencia turística y con mejor tiempo.

Iniciamos esta visita con parada en la «Praia Dos Cristais», cuya historia nos deja un mensaje para reflexionar. En esta playa se arrojaron muchas botellas de vidrio, en respuesta, el mar devolvió estos residuos convertidos en piedras preciosas.

Cabe resaltar, que actualmente no se permite arrojar basura a la playa y también está prohibido llevarse las piedras que hay en esta parte de la playa. Aunque esta playa no es apta para bañistas, es ideal para hacer una ruta de senderismo, a medida que vas subiendo vas descubriendo vistas de ensueño.

La siguiente parada es la Praia de Traba, una ruta donde el fin del mundo tiene un camino panorámico y un final feliz. Hay muy pocos lugares en el mundo donde lo encuentres todo en un solo lugar y en este punto lo puede comprobar, con una mirada de 360º tienes mar, montañas, cielo azul y un sonido apasionante de las olas que acompañan este encuentro.

El viento es un gran compañero, a ellos se les debe la formación de las dunas y piedras que encierran los alrededores de este camino.

Esta parte de Galicia, además, ofrece muchas rutas para los turistas que disfruten de hacer senderismo y actividades, no hay ruta que desmerezca la pena.

Si crees que en medio de la naturaleza no hay paradas con estilo, es que tienes que conocer el Faro de Lariño, un lugar perfecto para tomar un café o una copa de vino en frente del mar, que además tiene la opción de hotel, el cual comentaremos más adelante.

Respecto a la comida, en Galicia no hay pierde, de hecho hay gente que únicamente viaja a esta parte de España únicamente por su comida, una decisión muy acertada, ya que aquí se encuentra la mejor variedad marina de la costa atlántica. Los productos salen del mar al plato, pero de sitios para ir a comer hablaremos en otra publicación, ya que esta gastronomía lo merece.

En medio de tanta naturaleza salvaje, parece que nada podría salir mal, pero Galicia no sería gallega si no te recibe con variedad climática, ya sea un soleado maravilloso, chubascos, lluvias o algún viento estrepitoso. No obstante, incluso con el impredecible tiempo, este es un destino que siempre será un acierto. 

Ante los impredecibles cambios de tiempo, los hosteleros gallegos ofrecen opciones llenas de encanto, con resorts, paradas y hoteles que harán de la lluvia un placer. A pesar de que hay gran variedad de ofertas, estas dos estancias son las que han pasado el listón de exclusividad en esta, ambas situadas en plena Costa da Morte.

Hotel Faro de Lariño

Es una grata sorpresa al lado del Faro de Lariño, con un concepto de hotel emocional, íntimo, coqueto donde seducción y emoción van de la mano.

Es imposible no enamorarse en este hotel, pues la pasión e intensidad del mar, que se encuentra tan cerca de las habitaciones, llevan la aventura a otro nivel.

Aquí se ofrece también una gran gama de productos gourmet de Galicia: vinos, orujos, conservas, patés, mieles, y un sinfín de sorprendentes sabores para catar y consumir dentro de sus instalaciones.

Todos los espacios tienen una simbología con la cultura del faro y los fareros que vivían en ellos. La temática del establecimiento simboliza los estados de la mar, esa mar cambiante, esa mar que se expresa y nos cautiva con su lenguaje. Un hotel singular, dotado de todos los servicios propios de un hotel de máxima categoría.

Hotel Nidos de Carnota

Ubicado en el pueblo mariñeiro de Muros, cerca de Fisterra y Muxia, se encuentra este nido romántico de lujo, un lugar donde se entreveran las visitas a la Costa da Morte dentro de una cabaña que es el diseño del hotel.

Esta suite de lujo ofrece vistas a la playa de Carnota, dentro de una estancia íntima, acogedora, con terraza propia, una bañera circular, chimenea, y todo el equipamiento necesario para vivir una experiencia de relajación y disfrute, único y muy apetecible.

Sin ser eso suficiente, el placer se eleva a explorar todos nuestros sentidos con la incorporación de la TV panorámica Smart, una pantalla de gran formato y audio de máxima definición, para convertir en una canción ese momento tan único en la mejor compañía.

Tras este encuentro con Galicia, nunca vuelves a ser el mismo, porque si la naturaleza da vida, después de la muerte solo queda el renacer, el renacer que da una nueva vida.