Si un beso me sabe a vino, es un buen beso

Un beso es algo que podemos ver, sentir y si queremos, incluso tocar, pero ¿Acaso podemos saber exactamente a qué sabe?. Ante estas dudas que suelen surgir en ocasiones, LA RAZÓN ha conocido la bodega Familia Conesa-Pago Guijoso que ha lanzado al mercado «El Beso de las Uvas Sauvignon Blanc», el primer vino exclusivo blanco monovarietal de Sauvignon Blanc (uva de piel verdosa), con denominación de origen Pago Guijoso.

Esta reciente elaboración busca recrear, a través de esta bebida, el sabor de un beso, sin duda, una tarea sumamente difícil, ya que los grandes catadores, como besadores, saben que para realmente pasar a la historia el sabor de un buen vino tiene que ser como un buen beso, «apasionado, dedicado y fuerte».

La Familia Conesa-Pago Guijoso es una de las mejores fincas de Europa, situada en la histórica comarca del Campo de Montiel (Albacete) y es tan exclusivo que sólo posee 20 bodegas. Sin embargo, las vides Sauvignon Blanc son traídas, precisamente, del país del amor, Francia, y se han unido al territorio de El Guijoso, para darle al vino una personalidad y cuerpo pasional.

De esta manera, este vino de creación es el resultado de tres procesos de ensamblaje, que pasan por las barricas de roble francés, tinajas de barro y ovoides, para luego tomar la forma de un vino fresco y complejo, pero también equilibrado ante la presencia de la fruta y la madera.

El Beso de las Uvas Sauvignon Blanc

No obstante, sabemos que «un beso» tiene distintos matices, el cual depende mucho del momento, y por supuesto, de la compañía. Por ello, Conesa-Pago Guijoso ha formado una colección de vino tinto y blanco, de edición muy limitada, los cuales varían cada año, en respuesta al deseo de su creador.

Entre sus otras propuestas, además de El Beso Sauvignon Blanc, se encuentra también El beso Chardonnay y El Beso (coupage de uvas tintas).